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Todos los días nos enfrentamos a tal flujo de información que puede volverse confuso y contradictorio. También nos vemos obligados a tomar decenas de decisiones, muchas veces con resultados inciertos.

Sin embargo, a pesar de nuestra constante incertidumbre, a menudo aborrecemos nuestra inseguridad y buscamos formas de reducirla.

 

 ¿Cómo lidiar con los diferentes tipos de incertidumbre?

 

Dado que la incertidumbre es una parte tan importante de la vida que no importa cuánto lo intentemos no se puede erradicar, es mejor que la conozcamos mejor porque los diferentes tipos de incertidumbre requieren diferentes estrategias de afrontamiento.

 

  1. Incertidumbre en la probabilidad

Esta incertidumbre se refiere a situaciones en las que nos resulta difícil o prácticamente imposible determinar el nivel de riesgo. No sabemos qué esperar o cuáles son nuestras posibilidades de obtener ciertos resultados si tomamos una decisión u otra.

En este caso, muchas de las variables que intervienen y determinan el resultado final escapan a nuestro control.

En tales situaciones, tendemos a desarrollar un sesgo de optimismo. Creemos que tenemos menos riesgo que otras personas, que tenemos menos probabilidades de enfermarnos o sufrir eventos negativos.

Entonces, antes de tomar cualquier decisión, debemos asegurarnos de considerar también el peor de los casos. No pesimista, pero mirando la vida objetivamente, considerando tantos escenarios como sea posible.

El segundo paso es aprender a fluir. Cuando no conocemos las probabilidades, tenemos que abrirnos a la posibilidad de que cualquier cosa pueda pasar. Por lo tanto, debemos estar completamente preparados y ser flexibles.

 

  1. Incertidumbre causada por la ambigüedad

 La incertidumbre se refiere a una situación en la que tenemos que tomar una decisión, pero solo tenemos información imprecisa, insuficiente o contradictoria.

Por lo tanto, no tenemos suficientes datos para tomar una decisión informada. Oscilamos entre dos direcciones opuestas porque carecemos de datos concluyentes. Para hacer frente a esta incertidumbre, debemos comenzar por reconocer que muchas de las situaciones que enfrentaremos son altamente inciertas.

Cada decisión significa ganancia, pero también pérdida. Así que tenemos que acostumbrarnos a la idea de que no podemos ganar todo y no podemos ganar para siempre.

En estos casos, es importante revisar nuestras fuentes de información, ya que algunas fuentes pueden ser más confiables que otras.

Hay una diferencia entre ser testigo de algo y que otra persona te lo cuente. Tampoco significa que alguien en quien confíes se lo cuente a un conocido.

Para quitar la incertidumbre, muchas veces solo es necesario aclarar la información que le daremos relevancia de acuerdo a nuestros objetivos.

  1. Incertidumbre por complejidad

Esta incertidumbre surge cuando el problema es difícil de entender, ya sea porque es nuevo o porque nos falta experiencia. Cuando no podemos dar sentido a lo que está pasando, nos sentimos más perdidos y asustados, por lo que, desde una perspectiva cognitiva, el primer paso es tratar de conectar los puntos.

A veces puede ser suficiente buscar el consejo de una tercera persona ajena a la situación que pueda ver el problema desde una perspectiva más objetiva.

Otras veces, necesitamos mantener una distancia psicológica de lo que está pasando, lo que significa desconectarnos emocionalmente del problema y tomarnos nuestro tiempo antes de tomar una decisión.

En otros casos, necesitamos investigar más, ahondar en la causa del problema y descubrir sus consecuencias para entender lo que está pasando.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que no siempre podemos levantar el velo de la ambigüedad, por lo que a veces solo necesitamos buscar información interna, conectarnos con nuestra intuición y usar la lógica para tomar la mejor decisión para nosotros.

En cualquier caso, independientemente del tipo de incertidumbre, vale la pena recordar :

“Sé paciente con lo que no esté resuelto en tu mente, y trata de amar los problemas mismos como si fueran habitaciones cerradas con llave o libros en un idioma extranjero”

“No busques respuestas ahora que no puedes entender, porque no estás preparado para ellas. El punto es vivirlo todo. Vive las preguntas. Tal vez algún día, algún día lejano, poco a poco encuentres las respuestas”.

sin saberlo. Después de todo, la vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar. La incertidumbre es parte de ello.